Martha Fajardo habla de la muerte en su nuevo libro
- Germán Gómez Carvajal
Luego de ganar el premio de estímulo en el Concurso de Cuento Hugo Ruiz, la docente Martha Fajardo, adscrita al Área de Lenguaje de Unibagué, publicó su libro Apocalipsis de María y otros cuentos, una obra literaria que narra las preocupaciones de una mujer adulta por la muerte.
La escritora sufrió una pérdida cercana hace algún tiempo. En el velorio, una de esas amigas que parecen no serlo le dijo: "Prepárate, porque después de los 50 empieza la época de las pérdidas. Se comienza a morir el papá, la mamá, todo el mundo y, por último, uno mismo". La docente sonrió sin querer y cuestionó esa amistad que profetizaba la muerte.
“No me pareció adecuado que en ese momento alguien me dijera algo tan horrible. Yo creía que cuando uno consolaba a alguien daba palabras de ánimo: Tranquila, todo va a estar bien, toma agüita. Primero quise enojarme, pero luego, dije: 'bueno, vamos a ver qué tan preparada estoy para la muerte' y, como resultado, luego de tres años surgió este libro", añadió.
Una muerte no convencional
Lo primero que identificó Martha es que su concepción de la muerte no es católica. Habló con muchas mujeres y atrapó distintas formas de asumir la muerte. “Uno antes de morirse tiene unos cambios que parecen muerte”. No hay escenas de velorio en el libro.
Fajardo gusta de pensar que la muerte no existe sola, y para que haya muerte tiene que haber vida, por ende, la existencia es cíclica, se transforma en múltiples posibilidades.
En el primer cuento del libro, la mujer que describe ve entre las hojas de perejil el dedo de un hombre. “Entre las hojas del perejil he visto un pequeño dedo. Al comienzo pensé que era una babosa o un gusano, pero cuando me puse las gafas vi el dedito bien formado. Blanco, delgado y con uña. Innegablemente, un dedo de Eduardo”.
En el primer cuento del libro, la mujer que describe ve entre las hojas de perejil el dedo de un hombre. “Entre las hojas del perejil he visto un pequeño dedo. Al comienzo pensé que era una babosa o un gusano, pero cuando me puse las gafas vi el dedito bien formado. Blanco, delgado y con uña. Innegablemente, un dedo de Eduardo”.
(Conoce más de la autora y su ejercicio docente: Otro rollo)
Unas cuantas líneas más adelante el personaje expresa: “… He llegado a la conclusión de que su crecimiento será lento. Lleva sembrado seis meses y apenas ahora se ve un dedo”.
Unas cuantas líneas más adelante el personaje expresa: “… He llegado a la conclusión de que su crecimiento será lento. Lleva sembrado seis meses y apenas ahora se ve un dedo”.
Las letras inmortalizan
Sin lugar a dudas, el buen arte inmortaliza a los artistas. “Hagas lo que hagas, si lo logras hacer con exploración hacia la verdad y la belleza, vas a quedar inmortalizado, y vas a poder conversar con generaciones en adelante, es algo muy bonito eso”, dice Fajardo.
Sin lugar a dudas, el buen arte inmortaliza a los artistas. “Hagas lo que hagas, si lo logras hacer con exploración hacia la verdad y la belleza, vas a quedar inmortalizado, y vas a poder conversar con generaciones en adelante, es algo muy bonito eso”, dice Fajardo.
Apocalipsis de María y otros cuentos es una obra recomendada para apreciar la vida, en voz de una mujer que, aunque no es poeta, goza de prosa estética y un ritmo muy propio.
(Ver también: Docente y egresado de Unibagué ganan estímulos literarios)
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